El Palacio Real de Olite, corte de los
Reyes navarros hasta la conquista de Navarra y su incorporación a la
Corona de Castilla (1512), fueuno de los castillos medievales más
lujosos de Europa. Así, un viajero alemán del siglo XV escribió en
su diario, que hoy se conserva en el British Museum de Londres:
"Seguro estoy que no hay rey que tenga palacio ni castillo más
hermoso y de tantas habitaciones doradas".
Contemplando su majestuoso perfil y la
elegancia de sus caprichosas torres, no resulta difícil trasladarse
al medievo e imaginar cómo era la vida cortesana en un palacio que
contaba con ricas decoraciones, exóticos jardines e incluso un
zoológico. En él se celebraban justas y torneos, juegos de pelota e
incluso corridas de toros. Olite rememora aquel pasado, en el que
llegó a ser la sede de la Corte en tiempos de Carlos III el Noble,
durante sus Fiestas Medievales.
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